Jamón Ibérico y Dieta Mediterránea

24 Ago 2023

La dieta mediterránea se ha convertido en un referente gastronómico a nivel internacional. Y no solo porque los alimentos que se incorporan dentro de esta son sanos, sino también porque son sabrosos, te permiten conseguir disparidad de recetas, y son muy variados. Gracias a eso, es mucho más fácil sostener esta dieta a largo plazo, puesto que se consigue una adherencia muy sencilla a nuestro día a día. Si a esto le sumamos el hecho de que nos permitirá consumir jamón ibérico, ¡hablamos de una dieta perfecta! Porque sí, el jamón es un alimento saludable, y que deberías consumir a menudo. Sigue leyendo, porque te lo vamos a contar todo.

productos de la dieta mediterránea. Jamón, tomate, albahaca, etc

La Dieta Mediterránea: Un Patrón Alimentario Saludable

No tenemos ni una duda: seguro que has oído en más de una ocasión hablar de la dieta mediterránea, y de cómo esta es muy beneficiosa para nuestra salud. Al fin y al cabo, estamos hablando de una dieta que se basa en consumir alimentos frescos y variados, de alta calidad nutricional y que sean beneficiosos para nuestra salud. Tanto es así que la UNESCO la ha inscrito como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Pero ¿en qué consiste exactamente esta dieta? Es mucho más sencillo de lo que parece, y puede que incluso ya la practiques sin apenas darte cuenta. Sus claves son las siguientes:

  1. Usar el aceite de oliva como fuente de grasa añadida, en lugar de otro tipo de aceites.
  2. Consumir siempre alimentos de origen vegetal en buena cantidad.
  3. Buscar que los alimentos no sean demasiado procesados, y apostar siempre por productos de temporada.
  4. Introducir lácteos diariamente, ya sea mediante yogurt o mediante quesos.
  5. No evitar alimentos como el pan, la pasta o el arroz, puesto que su aporte de energía es muy importante.
  6. La fruta debe ser una comida habitual, ya sea como postre o como snack.
  7. El agua debe ser la bebida principal.
  8. Se debe consumir proteína de la mejor calidad posible: pescado, huevos, carne blanca y carne roja, buscando siempre que no sean procesados, en la medida de lo posible.

Es en este último punto donde el jamón ibérico tiene su relevancia. Y es que estamos hablando de una fuente de proteína y de grasa de la mejor calidad. Si bien es cierto que se recomienda un consumo moderado, esto es así con todos los alimentos que puedan tener más grasa. Al fin y al cabo, hemos de darle a nuestro cuerpo lo que realmente necesita, ni más ni menos.

El seguir una dieta mediterránea implica darle a nuestro organismo la proteína, grasa e hidratos de carbono que requiere, así como todos los micronutrientes. De ahí que se recalque siempre lo beneficiosa que es para nosotros.

Beneficios del Jamón Ibérico en la Dieta Mediterránea

Si eres fanático del jamón, ¡estás de enhorabuena! Porque es un producto cuyo consumo está más que recomendado. Sí es cierto que no todos los jamones ibéricos tienen los mismos valores nutricionales, puesto que depende mucho de la raza y de la alimentación. Aunque en esto ahondaremos un poco más adelante. Por ahora, queremos centrarnos en todos esos beneficios que este tipo de carne trae consigo.

En primer lugar, debes saber que el jamón ibérico es una fuente de proteínas de alta calidad. No solo eso, sino que también aporta hierro, zinc y vitaminas del grupo B, que son nutrientes cruciales para nuestra función inmunológica. Harán que te sientas lleno de energía, y que notes tu cuerpo mucho más vital.

Pero si hay un punto positivo de consumir jamón, sin duda es la calidad de las grasas que trae consigo. Especialmente, si nos referimos al jamón ibérico de bellota. Porque este tiene grasas monoinsaturadas, muy parecidas a las que tiene el aceite de oliva. Tiene ácido oleico, capaz de contribuir a nuestra salud cardiovascular al mejorar notablemente los niveles de colesterol. Asimismo, es capaz de reducir el riesgo de padecer cualquier enfermedad del corazón.

Por si esto no fuera poco, debes saber que es uno de los embutidos más saludables que pudieras incorporar a tu dieta. El aporte calórico por cada 100 gramos varía alrededor de las 250 kcal, así que es una alternativa ideal para aquellos que quieren perder peso sin dejar de disfrutar de cada comida.

A todo esto, no podemos evitar añadir un dato más: su sabor y aroma lo convierten en un auténtico manjar. Y, a la hora de comer, no solo es importante revisar los valores nutricionales, sino también el disfrute personal.

Cantidad Adecuada de Consumo

Como sucede con prácticamente cualquier alimento, es importante consumirlo siempre con moderación. No es algo que suceda solo con el jamón, sino también con la pasta, el arroz, el pescado e incluso los huevos. Porque el abuso no es bueno en ningún ámbito.

Se recomienda siempre que la porción de jamón ibérico que se consuma sea moderada, y que no se coma todos los días. Según pauta la dieta mediterránea, lo ideal es que aparezca de dos a cuatro días cada semana en tus comidas.

Incorporando el jamón en la dieta mediterránea

Aquí te presentamos consejos y ejemplos de cómo puedes integrar el jamón ibérico en tu alimentación diaria, siguiendo este patrón alimenticio reconocido por sus beneficios para la salud.

  • Con Moderación: Aunque el jamón ibérico es rico en nutrientes beneficiosos, como las grasas monoinsaturadas, también es alto en sodio. Disfrútalo con moderación como parte de una dieta equilibrada.
  • Como Fuente de Proteína: Utiliza el jamón ibérico como una de tus fuentes de proteína. Añádelo en pequeñas cantidades a ensaladas, bocadillos o platos de pasta para enriquecer el sabor sin necesidad de grandes porciones.
  • Combinación con Vegetales: Aprovecha la abundancia de vegetales frescos característica de la dieta mediterránea combinándolos con jamón ibérico. Prueba añadir tiras de jamón a un salteado de verduras o como topping en una pizza casera con base de coliflor.

Elección de Jamón Ibérico de Calidad

¿Todos los jamones ibéricos son iguales? Como hemos adelantado, no. Depende mucho de la raza exacta, así como de la alimentación que haya tenido el animal a lo largo de toda su vida. Por ejemplo, el jamón ibérico de bellota tiene una mejor calidad con respecto al jamón ibérico de cebo. Y es que el primero es el que se ha alimentado toda su vida de bellotas, consiguiendo así tener mayor infiltración de grasa y, por lo tanto, mejores valores nutricionales. Sí, es cierto que su precio tiende a ser algo mayor en el mercado, pero no debemos olvidar que estamos hablando de un animal mucho más costoso de mantener a lo largo de toda su vida. No obstante, la inversión siempre merecerá la pena, tanto por valores nutricionales como por el sabor tan incomparable que trae consigo.

Combinación con Otros Alimentos de la Dieta Mediterránea

Una de las grandes ventajas del jamón ibérico es que combina a la perfección con muchos otros alimentos, así como encaja muy bien dentro de una gran cantidad de recetas. Ensaladas, tapas, arroces, pasta o legumbres; ¡todo queda bien con un poco de jamón! Aunque, para nosotros, lo mejor será siempre apostar por una buena ensalada de canónigos con frutos secos, queso, algo de fruta de temporada, tomate y jamón. No solo es un básico indiscutible, sino que es sano y rápido de preparar.

Desmitificando algunas creencias comunes sobre el consumo del jamón ibérico

A menudo se generan algunas ideas erróneas sobre el consumo de jamón ibérico en el contexto de la dieta mediterránea. Uno de los mitos comunes es que el jamón ibérico es alto en grasa y poco saludable. Sin embargo, su perfil graso es principalmente monoinsaturado, similar al aceite de oliva, y contiene ácido oleico, que se asocia con beneficios para la salud cardiovascular cuando se consume con moderación.

Otro mito es que el jamón ibérico es excesivamente salado y puede afectar la presión arterial. Aunque es cierto que el jamón ibérico contiene sal, un consumo moderado dentro de una dieta equilibrada no suele tener un impacto significativo en la presión arterial, especialmente si se combina con alimentos ricos en potasio como frutas, verduras y legumbres. Más información en jamón ibérico e hipertensión

Es importante destacar que el jamón ibérico, cuando se consume con moderación y como parte de una dieta variada y equilibrada, puede ser un alimento delicioso y beneficioso para la salud dentro del contexto de la dieta mediterránea.

Ideas de platos mediterráneos que incluyen jamón ibérico

El jamón ibérico es un componente versátil y sabroso que se integra perfectamente en diversos platos de la dieta mediterránea. Su sabor único y su calidad hacen que sea un ingrediente codiciado en la cocina mediterránea. Aquí tienes algunas ideas de platos deliciosos que puedes preparar incorporando el jamón ibérico:

Arroz mar y montaña

Este arroz es una mezcla exquisita de sabores marinos con el toque ahumado y salado del jamón ibérico. Combina arroz, mariscos frescos (como langostinos, mejillones, calamares) y trozos de jamón ibérico para un plato que despierta todos los sentidos.

Ensalada mediterránea con jamón ibérico y aceitunas

Una ensalada fresca y deliciosa que mezcla lechugas variadas, tomates cherry, aceitunas, rodajas finas de jamón ibérico y un aliño de aceite de oliva virgen extra y vinagre balsámico. Un plato ligero y lleno de sabor.

Tosta de pan con tomate y jamón ibérico

Una tosta sencilla y tradicional de la cocina mediterránea que consiste en pan tostado untado con tomate maduro y aceite de oliva, coronado con finas lonchas de jamón ibérico. Un bocado simple pero delicioso.

Huevos al Plato con Jamón Ibérico

En un recipiente apto para horno, coloca huevos, tiras de jamón ibérico, guisantes, espárragos y un poco de queso rallado. Hornea hasta que los huevos estén al punto deseado para un desayuno o cena nutritiva y equilibrada.

Estas recetas son solo algunas ideas para incluir el jamón ibérico en platos de la dieta mediterránea, potenciando su sabor y añadiendo un toque distintivo a la comida.